Nuestro programa de prevención y control de vectores se compone de 3 fases:

• Fase 1

El control químico de vectores adultos tienen por objeto reducir la densidad y la longevidad de los mosquitos transmisores lo que permite aplicar otras medidas de control vectorial a largo plazo. El tratamiento se aplica en el momento de mayor actividad de los mosquitos.

Cuando es esencial reducir rápidamente la densidad de los vectores, es recomendable efectuar el tratamiento de espacios cada 2 o 3 días durante un periodo de 10 días.

Para determinar la frecuencia de la aplicación, es necesario dar seguimiento a las poblaciones de mosquitos y tratar las áreas de nuevo según sea necesario.

• Fase 2

La aplicación de insecticidas específicos en los hábitats en donde existe actividad de larvas es de suma importancia para evitar la reproducción de nuevos mosquitos. El tratamiento generalmente se hace temprano en la mañana o de noche.

El ciclo de tratamiento dependerá de la especie del mosquito, de la estacionalidad de la transmisión, de la época del año, de la duración de la eficacia del larvicida y de los tipos de hábitats larvarios.

En lugares de difícil acceso así como en recipientes de agua potable resulta indispensable aplicar larvicidas de baja toxicidad; en todos los casos los productos aplicados deben contar con registro sanitario.

• Fase 3

La fumigación de interiores con efecto residual consiste en aplicar insecticidas con una acción química de larga duración sobre las paredes y techos de las estructuras a fin de eliminar los mosquitos vectores adultos que se posan y permanecen en esas superficies. El uso de mosquiteros tratados con insecticidas de larga duración es un excelente método complementario.